"-¡Ay! ¡Que lindo gatito! ¿Sabe a mandarina? -pregunto la joven sargento, ante la atonita mirada del cirquense. Ante sus protestas en idioma que no entendia, marcho corriendo, sin hacer valer su autoridad y con curiosidad sobre como habrian criado a un gato tan grande y largo y naranja...
El circo por ahora no era excesivamente grande. No le habian especificado detalles, pero unos pocos milicianos habian sido alli estacionados para vigilar que no hubiese incidentes. Hasta ahora, aparte de algun hurto menor de dulces (del cual la sargento habia sido complice, para luego repartirse el botin con los raterillos del lugar), no habia pasado nada digno de mencion. Si acaso, se le habia cruzado por la mente la idea de lijar un poco los barrotes de las jaulas en la noche, preguntandose como de divertido seria ver a todos esos animales sueltos por la ciudad y, si alguno se ponia rabudo, a la cazuela con el...
Pero luego todo seria papeleo y regaños por parte del capitan de la milicia y....muy problematico todo. Mejor esperar a ver si esta compañia cirquense tenia tambien algun forzudo (el cual no supiese sobre la suerte del ultimo forzudo que entro en la ciudad y tuvo un fatico y desenfadado encuentro con Mica):
-¡Señores y señores, acérquense, acérquense!¡Me dispongo a presentarles a los magníficos artistas que componen este circo!
Esa era la suya. Se colo en medio de la multitud, sosteniendo su gorra entre las manos para pasar desapercibida, y siguio a la larga cola, ansiosa:
-¡Auch! ¿Quién demo...?
Alguien se habia chocado con ella. Era una pequeña figura de intenso color violeta, algo escualida. Temiendo que algun compañero se hubiese alarmado del pequeño quejido, tomo a la pequeña por la cintura, colocandola debajo del brazo, cual saco de harina, le coloco la gorra con el escudo de la milicia y la visera hacia un lateral y avanzo algunas posiciones a puro codazo, precipitadamente:
-Escucha, pequeña: desde este momento hasta nuevo aviso eres miembro honorifica de la Guardia Miliciana de Athion, y seras mi contacto en esta operacion de infiltracion secreta. Si alguien pregunta, eres mi hermana menor madagascariense, tartamudeas y esa gorra es falsa, regalo de un amigo aristocrata hindu, coleccionista de replicas militares. Te pagare generosamente en dulces, asi que....¡porfiiii, copera conmigo! -Suplico la sargento, sin por ello soltar a la pequeña o dejar de avanzar al despiste, metiendo el mango dle sable entre los huecos para abrirse paso..."