Concurso de Encantamiento de Elefantes Momificados

Las fiestas de la ciudad no dejan títere con cabeza. En la calle principal se ha montado un buen revuelo; unos operarios con la insignia de Empleados Municipales llevan toda la mañana sacando a la calle un montón de elefantes momificados que se guardaban en el Depósito Zóologico, Geográfico y Arquitectónico de la Biblioteca de Athion. Los transeúntes se preguntan qué demonios pasa, hasta que por fin corre la voz de que se va a celebrar un concurso de encantamiento de elefantes momificados en honor de santa Gundelminden, la única santa del mundo que consiguió sacar una tropa de elefantes de la tumba de un faraón egipcio. Y, efectivamente, ¡eso es exactamente lo que va a pasar!

- ¡Abran paso! ¡Por favor, caballeros, abran paso! -intenta abrirse camino entre la curiosa multitud un educado presentador con sombrero de copa y frac adornado con estrellitas. Por fin consigue llegar a donde los operarios están colocando a las momias elefantísticas en fila, y frente a ellos, alfombras persas y grandes flautas para uso de los encantadores- ¡Damas y caballeros! ¡Comienza oficialmente el concurso de encantamiento de elefantes momificados de estas fiestas! Todos pueden participar: ¡hombres, mujeres, niños, y toda clase de variantes de éstos! La participación en el concurso es gratuita y no entraña más riesgo que el de ser arrollado por un elefante en estampida, así que ¿a qué están esperando?

Mientras el público se arremolina en torno a los imponentes elefantes, el presentador se acerca a una de las alfombras y coge una flauta.

- Para aquellos que nunca han visto un encantamiento de elefantes momificados, realizaremos ahora una demostración. ¡Manténganse atentos! -y comienza a tocar la flauta y a mover la cabeza rítmicamente. Al principio no ocurre nada, pero entonces, lentamente, el elefante momificado frente a él empieza a sacudir la trompa y a balancearla al son de la música- ¡Esto es sólo un pequeño ejemplo; esperamos mucho más de la creatividad de nuestros participantes! ¡Por favor, los aspirantes, asegúrense de que no sufren de elefantiasis y pónganse en fila!

Reglas del concurso

¬ Todo el mundo puede participar.

¬ El objetivo es encantar a uno de los elefantes momificados, y se hará exclusivamente en rol. Para esto, los participantes deberán narrar, en este mismo tema, cómo intentan encantar al elefante, si resulta o no, qué hace éste, etc.

¬ Los ganadores serán aquellos más originales.

¬ Si sufren ustedes de elefantiasis y aún así participan en el concurso, Cornucopia Inc. no se responsabiliza de los daños nasales que puedan sufrir ustedes o los elefantes.

espero que esto se ponga aqui...


------------------------------------------------------------------------ON


-mmmmmm domar elefantes momificadoooos!! seguro que con eso podemos hacer nuestro ejercito de zombies, verdad
satsuki???

*vuelta al tornillo*

-pero kishi... no creo que podamos llevarnoslo... y ademas... necesitamos la flauta esa

*vuelta de tornillo*

-inutiiiiil, pero las robamos!

*me pongo a la cola mientras canto*

-me duele la caaaritaaa de ser taaaaan sumamente guaaaapoooooooooo

*vuelta*

-egooooooo bajaaaaaa

*otra vuelta*

-calla o te llevo con arañas

*vuelta*

-no!!! porfaaavooooor!!! no hagas eso!!! todo menos eso!!! te lo suplico!!!! odio las arañas !!!

*miro la gente que hace cola conmigo... parece que cada vez se alejan mas, y no dejan de mirarme*

-nooo!!! dejen de miraaarmeeee !!!!

*vuelta*

-mira satsu, gracias a ti, ya nos toca! y sin esperar ni nada de eso!

*corro hacia la flauta, no sin antes empujar a dos o tres que medio estaban delante mia, al ponerme delante del
elefante comienzo a reir y vuelvo a girar mi tornillo*

-idiooootaaaaa!! esta cosa me da mucho mieeeedooo!!! imaginate que se mueve

*vuelta, al terminar de reir comiendo a reir a carcajadas, tanto que caigo al suelo y comienzo a rodar*

-si esta momificaaadooo!!! jajajajaja!!!! como te va a dar miedooo!!! ajajajjajajaja

*todo dicho cerca de la flauta, por lo que esta emitia ligeros tonos, mas parecidos a gritos que a algo musical, antes
de terminar de reirme, el elefante movio al trompa y me lanza por los aires*

-miraaa!!! soyy un pajaaaarooooooo!!!!

*grito antes de romper el tejado de la casa mas proxima*

-aaaa!! mi cueeeerpooooo

*giro de tornillo*

-kishi... aqui... aqui.... aqui.... aqui ..... RAAAATAAAAAAS!!!!

*corriendo, casi a la velocidad de la luz consigo salir de la casa, rompiendo puertas , escaleras, mesas, sillas
y todas y cada una de las cosas que aparecen delante mia y antes de que me de cuenta estoy delante de la gran
momia,giro el tornillo*

-mmmm asique tu eres el ser que no me hara caso hoy .... heee!!! inutilooo!!!

*cojo la flauta rapidamente y golpeo su cabeza*

-ja ! asi aprenderas

*empiezo a tocar ... si si do* re* re* do* si* la* sol* fa*, aunque mas bien suena como si alguien rompiera cristales*

-inutila flauta!

*cojo un pitillo y lo enciendo*

-uf, esta cosa de tu invencion no suelta casi humo satsu

*giro de tornillo*

-kishi... se lo robaste a un alquimista el otro dia... es un explosivo

* giro de tornillo*

-ups..................................

* rapidamente lo pongo encima del elefante y comienzo a correr en direccion contraria, poco tarda en explotar,
la momia literalmente se rompe en cachitos que salen disparados con la mala fortuna que uno golpea mi cabeza
con tal fuerta que caigo al suelo *

-ou... creo que voy a dormir un rato...estoy... mareado....


zzzzzzzzzzzz....zzz..z..zzzzzzz

- ¡Y nuestro primer concursante entra en escena! -anuncia el presentador, un tanto extrañado al ver un ligero revuelo entre la fila y luego cómo un montón de aspirantes se iban alejando lentamente y dejaban el primer puesto a un chaval que parecía hablar consigo mismo- ¡Veamos qué tal lo hace! Parece un concursante muy energético... -carraspea, como si no supiera cómo describir el comportamiento del joven, que se ríe a carcajadas mientras rueda por el suelo. Finalmente, los ligeros sonidos que emite con la flauta son suficientes para encantar al elefante- ¡Y su táctica ha resultado! ¡Ha conseguido un encantamiento exprés, y el elefante momificado está moviendo su trompa con inusitada violen... uh! -se sobresalta el presentador, al ver que el elefante ha enviado al joven a volar de un trompazo- ¡Oh, Dios mío! ¿Estará bien?

Sin embargo, no necesita preguntárselo por mucho tiempo, puesto que éste vuelve corriendo a toda pastilla un minuto después, y continúa con el encantamiento.

- ¡Nuestro participante parece hecho a prueba de bombas! -respira aliviado el comentarista- ¡Continúa tocando y... ¿enciende un pitillo?! ¿Y ahora lo coloca sobre el elefante? -el presentador se rasca la cabeza, desconcertado ante lo que está viendo- ¡Éste es uno de los números de encantamiento de elefantes más extraños que he visto nunca! En todo caso... -pero no puede seguir, porque de repente el pitillo explota, llevándose con él el elefante momificado, que llueve en cachitos sobre la calle, para gran sorpresa de los transeúntes- ¡... era un... cof, cof... explosivo! ... ¡Y así finaliza este número de encantamiento de elefantes! -anuncia, al darse cuenta de que el encantador ha sido alcanzado por uno de los pedazos y está inconsciente en el suelo- ¡Por favor, los servicios de emergencia, atiendan a nuestro participante y a los posibles heridos entre el público! ¡En un momento estamos con el siguiente concursante! -respira hondo y se limpia la cara de polvo de momia de elefante, mientras algunos camilleros corren a comprobar el estado de los desmayados, que no son pocos. El director del Depósito Zóologico, Geográfico y Arquitectónico ya se está tirando de los pelos, lamentando la destrucción de uno de sus preciados elefantes, pero la cola de aspirantes se está formando de nuevo...

Morguenstein había escuchado que este año se celebraba de nuevo el concurso de encantamiento de elefantes en la aalle principal, uno de sus favoritos, que años anteriores había sido suspendido por desavenencias con la Biblioteca Municipal. A este efecto, aunque durante las fiestas de santa Gundelminden había bastante trabajo en el hospital, decidió tomarse un descanso e ir a participar en el concurso, lo que le traía numerosos recuerdos de juventud.

Lo primero que notó, caminando por la calle principal, fue que empezaba a llover polvo y cascotes grises, y que la gente huía en desbandada de la zona del concurso. Abriéndose paso entre la multitud, se dio cuenta enseguida de lo que había pasado: uno de los elefantes momificados había explotado, dejando tras él un reguero de asistentes inconscientes tirados por el suelo, que ya empezaban a ser reanimados con vodka y agua de limón por parte de los servicios de emergencia. Oh, sí, esta era la clase de cosas que siempre ocurrían en las fiestas de Athion... en realidad, que ocurrían en Athion todo el tiempo. Recordaba él una vez que...

Tras tropezar con un miembro del público en horas bajas, médicamente hablando, y reanimarlo con unos cachetitos y ponerlo en fuga con un sermón sobre por qué siempre había que acudir a los eventos públicos con casco, se acercó al lugar donde se estaba reformando la cola de los participantes, con tanta suerte que entre el follón acabó siendo el primero.

- Oh... en fin -suspiró. Tomó la flauta y se sentó sobre la alfombra con las piernas cruzadas, como en sus tiempos mozos hacía el gran fakir Ssusaba Maho, al que todos los chavales seguían de concurso en concurso durante los cinco días de fiestas- . Veamos, cómo era esto... este dedo aquí... el otro allá... -comenzó a tocar una melodía de encantamiento de elefantes que recordaba vagamente; pero a mitad de la canción, si no directamente al principio, se le debió de torcer algún renglón, porque el elefante empezó a mover la cabeza como en uno de esos bailes frenéticos de la juventud, y finalmente se dejó caer sobre uno de sus costados y a rodar de un lado a otro. Haciendo esto chocó con los elefantes que tenía a sus lados, derribándolos, y estos a su vez cayeron sobre los que tenían alrededor, tumbando a toda la fila de elefantes como un gran dominó.

Morguenstein dejó de tocar inmediatamente y miró a su alrededor con expresión inocente, viendo lo que había organizado.

- Creo que estoy un poco anquilosado en este asunto... -murmuró, antes de dejar la flauta sobre la alfombra y retirarse discretamente entre la multitud.

El siguiente participante es un señor ya entrado en años, de cabello canoso, que por alguna razón le da al presentador la impresión de ser un fan del legendario fakir Ssusaba Maho.

- ¡Nuestro siguiente concursante toma posición! -anuncia el comentarista- ¡Comienza a tocar su melodía, y... ¿pero qué está haciendo el elefante?!

Viendo los extraños movimientos del elefante y temiéndose una estampida, el presentador se aleja unos pasos, cautelosamente. Pero el resultado es peor que una estampida: el elefante comienza a rodar de un lado a otro, tirando a todos los demás como fichas de dominó.

- ¡Oh, no! -exclama el comentarista, imaginándose la bronca del director del Depósito- ... quiero decir, ¡una actuación memorable! Si ahora... ejem... nuestro amigable público pudiera ayudar a los operarios a recolocar a los elefantes...


AVISO: mañana se realizará la entrega de premios, por lo que, si alguien quiere participar, ¡le queda poco tiempo!

- Parece que la labor de recolocación de los elefantes ha tardado algo más de lo previsto... -comenta el presentador, mirando su reloj- Y, aparte, estamos teniendo otras dificultades técnicas...

- ¡¡Terminen este concurso infame YA!! -grita mientras tanto el director del Depósito Zoológico, Geográfico y Arquitectónico, que se tira de los pelos desesperado, pensando que van a estropear más de sus preciosos elefantes.

- Uhm... bien, bien... pues en ese caso... ¡me temo que tenemos que declarar el concurso de encantamiento de elefantes momificados por terminado ya! ¡Queridos amigos, ha sido un placer compartir con ustedes estas celebraciones! ¡Espero que se hayan divertido, y que vuelvan el año que viene a por más! Pero antes de que se vayan... -saca sus gafas del bolsillo y se pone a leer un papel que le han pasado- ... ¡vamos a repartir los premios! El primero es para ¡nuestro concursante revientaelefantes, que no sé si está ya consciente... si lo está, acérquese, por favor! El segundo premio es para ¡el concursante que los ha hecho rodar en cadena!... al que tampoco veo por aquí...


Ganadores del concurso:

Primer premio: Satsuki (70 drakens)

Segundo premio: A. Morguenstein (50 drakens)