AVENTURA OFICIAL: ¿Nos invaden?

"Era un día pacífico con un cielo soleado y alguna nube rebelde. Era un día pacífico, en el que todo Athion experimentaba su día a día al máximo: tabernas con los parroquianos habituales, guardias patrullando la ciudad y vigilantes costeros corriendo hacia la plaza mayor, con aspecto de haber visto una hueste de fantasmas al mediodía. Eran pocos los caminantes de la plaza en ese momento, porque a esa hora la mayoría de la gente tenía labores que atender, como en toda ciudad civilizada. Y entonces una garza verde cruzó el cielo describiendo un tirabuzón en su vuelo cuando...

- ¡¡¡NOS INVADEN!!!!!

Otro tranquilo día de invasiones anunciadas a gritos en la plaza central de Athion...

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Por lo que se podía desprender de los balbuceos del vigilante, había avistado en la costa de Humboldt una importante flota de lo que parecían buques de guerra extranjeros, del continente. Avanzaban rápido hacia la isla de Athion y, por su aspecto y su número, podían ser cualquier cosa, menos una visita oficial. Para cuando lograron terminar de sacarle la historia al vigilante, ya se había formado un coro importante de personas, salidas de no se sabe dónde, a escuchar las palabras de aquel pobre hombre en medio de un silencio gutural. Tan pronto como terminó su relato la plaza se llenó de murmullos nerviosos e intranquilos, llenos de desesperanza: la guardia de la ciudad, mermada por los largos períodos de paz, apenas se componía de un par de cuerpos de milicianos. No serían suficientes para toda la batalla, si las palabras del vigilante habían sido ciertas. Micaella Lion, sargento de la patrulla número 77 del cuerpo de guardias de Athion, dio un salto al centro de la plaza, donde se encontraba aquel vigilante abrumado por sus 5 minutos de gloria, y se dirigió a la muchedumbre:

- ¡Conciudadanos! ¡Es posible que nos enfrentemos a una crisis que podría poner en peligro la paz y seguridad de esta isla, nuestro ajetreadísimo hogar! -empezó con un tono que inspiraba liderazgo y seguridad en sí misma- ¡Tened por seguro que el cuerpo de guardias de Athion hará lo posible y lo imposible por no dejar avanzar ni una milla al enemigo! ¡¡¡Pero no somos suficientes!!!, -leve nota de pánico. Recomposición de "tono de ídolo de masas"- ¡Por ello, en nombre de la Guardia de la Ciudad de Athion, declaro inmediatamente el estado de excepción y queda abierto el procedimiento 34F6 de las leyes de la ciudad: la leva voluntaria de ciudadanos! ¡Desde este mismo instante, cualquiera que solicite, verbal o formalmente, participar en la defensa de la isla, quedará automáticamente acogido a las libertades y derechos de la Guardia, y sujeto a sus tribunales! ¿¿¿Quién está por nosotros para defender esta ciudad???

Se oye un silencio colectivo, sólo interrupido por toses, carraspeos y bolas de paja recorriendo el horizonte mientras lamen helado al sol del atardecer, en mediodía..."

"-¡Pues si Mica va, yo voy con ella hasta la puerta del fin del mundo! -se oyo a uan voz que destacaba entre el sielncial publico

Era evee. Por algun motivo incomprensible, ademas de sus pantalones y su chaqueta, llevaba malamente anudado al cuello un mantel a modo de capa, que habia hechizado de alguna forma bastante chapucera para uqe pareciese dorado, a modo de la capa de los grandes conqustadores. Adoptaba una pose heroica mientras apoyaba su pierna izquierda sobre una caja de madera:

-Claro que luego lo de cruzar las puertas ella solita, ¿eh? Que a mi me han llamado para una conferencia sobre las lechugas silvestres en....

No pudo termianr bien la frase, ya uqe alguien (presumiblemente Rachel, Night o alguna de esas personas impresentables), le habia dado un golpe en la espalda, a modo depalamda, que estaba seguro que le dejaria una marca en la piel como la matricula del ganado. Debido a dicho golpe su pierna taladro la madera de la caja, medio podrida, quedando en una situacion altamente comprometida:

-Okey, okey. La providencia ha hablado y me ha quedado claor que si no ayudo a Mica se ocupara de recordarme esa "mala deciosion" por el resto de mis dias! -comento con gesto resignado, mientras el nudo de la capa se le deshizo y esta salio volando, posandose sobre el cristal delanter del zeppelin de vigilancia forestal de athion, que empezo a dar peligrosas piruetas en el aire, como fuera de control- ¿cuando deci que partimos? podria ser bueno intentar usar esta mala suerte a nuestro favor..."

- Sargento! A su lado hasta el final de los días! - dije en voz alta, a pesar de que me encontraba cerca de Mica, otra persona, un joven ya habia hablado, intente verlo entre la gente, pero mi detalle con la estatura, me impadia verlo, supuse que era Revee por la voz, pero en fin uno tenia que ser un pro como para poder identificar todas las voces del pueblo.

Por primera vez pasaba algo un tanto emocionante en Athion, de menos el estar en la guardia de la ciudad, podria darme algun lugar sobre los voluntarios, aunque de momento no era lo que me interesaba del todo, por fin no mas buscar ladrones o villanos, sino realmente habria algo en que desempeñar mi trabajo.

Aunque las ganas se veian disminuidas por los bajos numeros de guardias en la "Guadia de la Ciudad" y la poca participacion de los ciudadanos de Athion; mire hacia mis lados, vi a un señor un tanto fornido, seguramente podria cargar una espada larga o incluso un hacha para atacar, pero parecia que estaba en otro mundo y no habia escuchado que nos invadian. Pense en amenazarlo, con tortura con tal de que se ofreciera, pero luego me imagine, como me levantaba con facilidad y me lanzaba al otro lado de la ciudad.

Night se había acercado al tumulto de la plaza central y contemplaba divertido cómo la sargento Mica Lion, todo un personaje en la ciudad, arengaba a sus huestes y futuras huestes para defender la patria (chica, pero patria) de los invasores. Entonces su colega Revee hechizó un mantel y empezó a proporcionar su apoyo moral...

-Claro que luego lo de cruzar las puertas ella solita, ¿eh? Que a mi me han llamado para una conferencia sobre las lechugas silvestres en....

¡Grave dilema! Night llevaba dos semanas esperando ver la cara de Revery cuando se personara en la Sociedad Botánica de Amigos de las Lechugas y le dijeran que las conferencias se habían suspendido por enfermedad de los organizadores, y que se lo habían notificado con tiempo... ejem... mensaje que se "extravió", digamos. Pero, por otra parte, la perspectiva de algo de acción era suculentamente tentadora... deliciosa y suculentamente tentadora...

Pero, siendo como era de acción rápida, se decidió sin perder un instante y aporreó a Revee por la espalda con todas sus fuerzas, disimulándolo como una palmadita cariñosa pero consiguiendo que se le hundiera la pierna en la caja en la que la apoyaba.

- ¡Así se habla, compañero! -exclamó, procurando que le oyeran a su alrededor- ¡Hombres valientes como tú son los que necesita esta ciudad! Y siguiendo su ejemplo y el de estas valerosas damas de la Guardia -añadió, refiriéndose a Mica y a Melanie Hertings, una de las milicianas que había participado en la maratón ciudadana y que acababa de ratificar también su respaldo- , me ofrezco voluntario también. ¿Quién más se une a la defensa de este nuestro hogar?

La joven caminaba por la plaza semi ausente con la nariz metida en un libro, completamente concentrada en su lectura, mas de una vez tropezó con alguna espalda o se resbalo entre las baldosas pero no había bastado para separar su atención de las paginas amarillentas.

-¡¡¡NOS INVADEN!!!!! Grito alguien, entonces levantó la vista mientras era arrastrada por un tumulto de gente que salían como cucarachas de todas las direcciones.

-Pero que…

-¡¡¡Shhh!!!- la riño un sujeto corpulento que fácilmente le sacaba tres cabezas. La joven hizo un mohín de indignación al cerrar el libro con gesto altanero sin embargo a pesar de todo se quedo a escuchar. Claro que hubiera sido difícil no quedarse cuando la muchedumbre se apelmazaba tan compacta en torno a la mujer que hablaba exhortando al patriotismo.

De entre todos los presentes, incluyéndola, solo tres figuras se mostraban valientes ante la crisis y sea verdad, ninguna de ellas se mostraba muy confiable. Bueno. Quizá la pequeña subordinada pero definitivamente no le confiaría su seguridad al hombre de la capa dorada.

-Supongo que no hay más opción- dijo desganadamente alzando la enguantada mano en un gesto vago, resignada- Os ayudare.

Algunos de los ojos más cercanos la observaron incrédulos. Aurora poseía a todas luces el aspecto de muñeca de alta clase, de esas que son inútiles con las armas y en las guerras. En cierto sentido tenia razón, la chica simplemente carecía de sentido bélico, no se entrometía en las guerras pero en cambio ya había visto los estragos que causan como para querer proteger este hogar.

Liam había salido temprano del gremio para visitar al viejo librero pero antes se iba a pasar por el mercado para comprarle un detalle. Apenas había puesto un pie en la plaza cuando un voz le sobresaltó; alguien había gritado con todas sus fuerzas llamando la atención de los allí presentes. El moreno avanzó entre la multitud con cierta dificultad mientras escuchaba las novedades que se contaban a voces.

Aquellas no eran buenas noticias; alguien pretendía invadir Athion y por lo que el joven sabía la ciudad no contaba con muchos efectivos. Seguramente por eso mismo se había abierto el procedimiento 34F6 para reclutar voluntarios. Liam se quedó estático ante tal petición; él no había imaginado que algo así pasara pero aunque quisiera ayudar no era más que un galeno recién estrenado. Sin embargo había otros que tuvieron esa valentía que a él le faltaba y se fueron presentando como voluntarios.

Desde el tumulto pudo ver a un par de hombres ofrecerse de manera enérgica y hacerlo del mismo modo a una muchacha con aspecto de militar. "Necesitarán a alguien de apoyo." se dijo el moreno viendo como una cuarta mano se alzaba correspondiente a una mujer que no parecía hecha para esa misión; su aspecto era similar a las muñecas que había visto antes en algunos escaparates de tiendas fuera de sus posibilidades. "Está bien Liam, tienes que ser valiente. Tu padre no te educó como un cobarde" se autorreprochó ante las acciones de esos voluntarios a la par que meditaba sus oportunidades en aquella situación.

-Yo también me ofrezco como voluntario. -dijo a viva voz mientras avanzaba hacia los dos hombres quedando a escasos metros separados por un par de personas- Se necesitará a alguien que cure sus huesos rotos. -añadió esbozando una ligera sonrisa. "Y ahí va un galeno con demasiado coraje." se añadió mentalmente sin perder la sonrisa.

Mica: .... ¿¿¿Quién está por nosotros para defender esta ciudad???

Con la cesta de la compra (la cual habian interrumpido!) colgando de los brazos, fui parte de ese silencio colectivo que quedo despues de esas palabras. Nos ivandian, y al parecer esta vez eran un monton, y las guardias de la ciudad no estaban ultimamente en sus mejores momentos, algunas personas empezaban a presentarse voluntarios para ayudar con la proteccion de la ciudad, entre ellos alguno de los magos del gremio. Senti inquietud por mi familia, muchos de ellos ya eran mayorcitos y se sabrian cuidar de ellos mismos, pero el abuelo.. y los mas peques... prefiero protegerlos a ellos que a la ciudad! aunque...

- Y nos pagaran por ayudar??

El dinero nunca sobra... ademas, ayudar a proteger a la ciudad tb significa proteger a mi familia!

"La participacion era mas bien escasa. La joven sargento, exhasperada, hubo de rascarse la corta melena por debajo de la gorra para no dejar escapar lo que a todas luces sonarian como rugidos de pantera. Sin embargo, pronto hubo algun que otro voluntario, de no poca importancia:

Revee: -Claro que luego lo de cruzar las puertas ella solita, ¿eh? Que a mi me han llamado para una conferencia sobre las lechugas silvestres en....

Aunque el joven no tardo en retificar y ser el priemr voluntario que se presentase para aquella mision ¿suicida?, y aunque Mica le tuviese un cierto cariño a aque4l picaro viejo, no pudo evitar regañarlo de forma ejemplar:

-¡Te quiero ver en primera fila del frente, maldito granuja, o me cobrare los 200 drakkens que me debes desde el mes pasado en servicios comunitarios! -le rugio, señalandole amenazadoramente- ¡¡¡Y como solo pienses en escaquearte del trabajo, le hare saber a Rachel lo cobarde que puedes llegar a ser, y le contare historias vergonzosas de cuando eramos niños, y...!!!!

Se altero tanto que empezo a toser de tanto rugir, roja ocmo un tomate. De todas formas Revee tenia ya una cara como de tener muy claro con quien estaba su lealtad y vida, si fuese necesaria. Dinero y mujeres. ¡Tsk! Tan predecible como siempre...:

Melanie: -¡Sargento! ¡A su lado hasta el final de los días!

-¡Asi se habla, peuqña Melanie! -Mica le quito la corra y le revolvio un poco el pelo amistosamente a su subordinada, llena de orgullo- Pero me temo que esta vez solo sera hasta el final de SUS dias... -mientras decia eso señalo en una direccion al azar, como esperando que el enemigo se encontrase por alli

Night: -...me ofrezco voluntario también. ¿Quién más se une a la defensa de este nuestro hogar?

Chica misteriosa: --Supongo que no hay más opción. Os ayudare.

Mica no cabia en si misma de gozo. ¡Magos! ¡Mas potencia de fuego a la pequeña resistencia! Mas masacre, mas destruccion, mas martirio y sufrimiento, mas muertos por parcela cuadrada de terreno....Solo de pensar en la cantidad de enemigos a destruir e imaginar los poderes arcanos y tenebrosos que, quizas, podrian invocar aquellos magos, con potencia como para destruir varias veces todo Athion (y que ningun mago habido o por haber podria poseer, realmente), sintio un monton de cosquilleos por todo el cuerpo de excitacion. Dos brazos le parecian pocos para blandir las bastantes espadas como para estar satisfecha:

Galeno: -Yo también me ofrezco como voluntario. Se necesitará a alguien que cure sus huesos rotos

-¿Que huesos rotos? -el tono de su pregunta dejaba entrever que aun estaba soñando despierta conlos 200 dragones que pensaba decapitar con una mano haciendo galletitas de chocolate

Florinda: -¿¿Y nos pagaran por ayudar??

¡Recompensa! Palabra clave donde las haya. Segun aquella ley, enmienda o lo que demonios fuese que pronuncio en un arrebato heroico, lo cierto es uqe si recordaba algo sobre dinero de por medio:

-Mmmmm...Me suena algo de 10 drakkens por enemigo abatido, presentando su insignia de soldado para demosttrar que realmente fue abatido, mas lo que podais saquearles -contesto alegre y despreocupada a su rival declarada a raiz de cierta competicion local

Y con una Sonrisa de oreja a oreja, se bajo de la fuente a la que se habia subido para dar su discursito, se fue corriendo a grandes y ritmicas zancadas hacia alguna parte de la costa Athioniense, con cara de felicidad y aire de protagonista de poema bucolico, como llendo a encontrarse con un principe azul mas que de camino a una batalla sangrienta y despiadada, como se temia que fuese. Solo alcanzo a decir algunas ultiams palabras audibles:

-El que necesite equiparse con algo uqe lo compre por el camino, que los demas nos vamos adelantandoooo ... -dijo todo con un tono tan alegremente cantarin que mas de uno de los presentes sintio un escalofrio de terror al tratar de imaginar en que cosas estaria pensando aquella chica..."

(OFF: Para los que esteis listos, la aventura comienza aquí)

- Ah, ¿que encima nos pagan? -se extrañó Night, mientras una enorme sonrisa empezaba a aparecer en su cara. ¡Y él que pensaba hacerlo gratis, solamente por la diversión! Pero el mundo te brinda maravillosas oportunidades de disfrutar la existencia si mantienes los ojos bien abiertos- ¡Vamos, señores! ¡Tonto el último!

Y, sacando su armónica de uno de sus bolsillos, siguió a Mica alegremente mientras bailaba un zapateado contorsionista y silbaba una marchosa tonadilla de emigrantes irlandeses a través del instrumento...

A la maga no le interesaba el dinero, la ambición no formaba parte de su naturaleza así que se encogió de hombros con marcada indiferencia ante la mención de la paga, de cualquier forma no esperaba retribución alguna. Al instante pereció pensarlo mejor pues la adquisición de unos cuantos drakkens le ofrecían una tentación muy diferente, la compra de libros, montones y montones de libros nuevos a menos que una tienda de ropa interceptara su camino, en ese caso quizá jamás llegaría a la librería.

Night comenzó a juguetear con una armónica a modo del encantador de ratas mientras brincaba atrás de la comándate. La joven dio un paso en dirección de la comitiva para seguirlos, entonces una mano robusta la detuvo del hombro.

-No pensaras en serio en ir muchacha- afirmo hombre bajo y recio con voz de tenor.

La chica le sonrío dulcemente con cierta coquetería, coloco una enguantada mano de finos dedos sobre la manaza peluda del sujeto en un gesto condescendiente.

-Agradezco vuestra preocupación- dijo retirando el agarre de aquel hombre- Le aseguro que seré de mayor ayuda al servicio de la milicia que como ciudadana oculta en el gremio.

El sujeto quedo atónito ante la mención, inmediatamente comprendió por que la joven dama estaba dispuesta a ir a la defensa de Athión. Sus armas eran de índole muy distinta al acero. Se inclino en una grácil reverencia y se dispuso a seguir su camino.

Ah, que lindo día tenía hoy a mi favor. A pesar de que hacía algo de frío, la capa que mis padres me habían dado antes de ingresar al Gremio servía bastante bien para protegerme de las dentelladas del viento helado que corría, y el sol que tenuemente iluminaba todo era amable con nosotros, por lo que no tenía ningún motivo por el cual estar enojado. Con una sonrisa en mis labios, caminaba ligeramente por la Plaza central, divirtiéndome mientras miraba a la gente con ojo calculador y mirada inquisidora, pero sin mediar palabra. A final de cuentas, no tenía mucha necesidad de hablar con alguien en ese momento. Sin embargo, me gustaba caminar y observar a la gente. Solía ser entretenido.

Repentinamente, escuché únicamente el silencio, Extrañado, miré para tratar de encontrar la razón de aquel silencio sepulcral, y lo que vi fue a un gran grupo de persontas reunidas en torno a lo que parecía ser un guardia. Él narraba una historia de haber visto barcos que tenían pinta de ser barcos invasores, por lo cual necesitábamos encontrar personas dispuestas a proteger la ciudad. Me acerqué lentamente y alcancé a terminar de escuchar el discurso de la jefa de la milica, y poco tiempo después escuché propuestas de algunos ciudadanos. Les miré por un momento antes de que yo mismo hablara.

-"Yo también participaré en la defensa de la ciudad."

-"Yo también participaré en la defensa de la ciudad." -escuchó Night, cuando ya estaba bastante alejado de la plaza. Sin apartarse la armónica de la boca, se dio la vuelta y siguió caminando hacia atrás mientras observaba al joven que había hablado, mago al parecer.

- ¡Estupendo! ¡Cada vez somos más! -gritó Night al fin, agitando la mano para llamar su atención- ¡Por aquí! ¡Vamos a la batalla!

-"¡Estoy en camino!"

Rápidamente, tomé el bastón que me había lanzado uno de los guardias y, con arma lista y presta al ataque, corrí en direccipon del mismo joven que veía repetidamente en el Gremio. ¿Quizá era algún mago más avanzado que yo?