Baile de máscaras

Viernes por la tarde: los operarios del ayuntamiento están terminando de colgar los últimos adornos en la plaza. La gente, vestida con máscaras y trajes de colores, se va congregando. Junto a una tarima que han montado al lado del edificio de la milicia, un hombre gordo con un antifaz de payaso - al que se reconoce fácilmente como el alcalde Hansel Burges por el mostacho y el tamaño de la panza - contempla los alrededores con aire de satisfacción. Detrás de él está un tipo largirucho con máscara de mimo y una nariz enorme que parece de cartón, pero es de verdad: es el teniente de alcalde, Phillip M. Ronham. Al otro lado de la tarima espera una pequeña orquesta enchaquetada, con los violines y demás instrumentos prestos y engrasados.

El alcalde Burges mira su reloj: apenas quedan unos minutos para que dé su discurso y comience el baile de máscaras...

((Viene de éste tema.))

Genoveva Cressenthorn, vestida de kimono y con una máscara blanca y dorada, llegó a la plaza aún con el miliciano Streif de la mano. Al ver que aún había poca gente y que la orquesta ni siquiera había empezado todavía con las pruebas, miró el reloj del ayuntamiento.

- Parece que llevan retraso -dijo a su acompañante- . Pero no tardarán mucho más. Ya se sabe, ningún evento en el que participe Phillip Ronham se retrasa más de quince minutos, a riesgo de que el pobre hombre estalle de impaciencia...

Strrif se deja arrastrar por la muchacha hasta el baile de mascaras pero sin mascara ''a ver, recapitulemos lo ultimo mas impotante que hize en mi vida, acabo de imbitar a bailar a la que posiblemente sea la mas peligrosa asesina de la ciudad, le estoy dando la oportunidad de escapar, esto dejandome llevar por ella, a este paso o me ejecutan o me quitan el trabajo (aun no sabe que lo han estafado y que no es un vedadero miliciano)...vale, esto no puede empeorar, mejor bailemos''

-Se ve que sabes mucho de gente importante o famosa, Genov...¿como quieres que te llame?...o mejor

Hace una lebe reberencia

-Señorita ¿podria usted decirme su nombre?

- ¡Por supuesto! ¿Quién en esta ciudad no conoce a Phillip Ronham, el Hombre Nariz? -rió la chica- Me llamo Anne Mayhnard. Trabajo de doncella en una sombrerería cerca del cruce de los Siete Gatos. -correspondió a Streif con otra reverencia. Se hizo un silencio incómodo; el alcalde seguía consultando su reloj y los músicos tamborileaban con los dedos, impacientes- Por cierto, ¿quién es esa tal Genoveva con la que me ha confundido?

*Streif se sorprende de todo lo que sabe del tio ese la muchacha, tal vez ella supiera algo de su presa tambien, por lo que decide preguntarle despues*

-oh, eso, llevo dias escuchando los rumores, y se corrio el que seguro no es un rumo, una descripcion de ella y que hay una recompenza por una foto autografiada suya, ya conosi a mica y ella menciono que la idolatraba o algo haci, no recuerdo bien. Perdon por la confucion si lo es, y ya que estasmo ¿para que fingiste el no entender un idioma que hablas con fluides?. Bueno, no importa, ¿bailamos sin musica hasta que empieze? de todas formas parece que se van a tardar-

*le extiende la mano lo mas sultilmente que puede*

-y si es la verdad lo de la tradicion no deverias tener problemas en baila con quien te vas a casar ja-

*se rie un poco para que se de cuenta de que es una broma sin intencion de ofender ni que se malinterprete como una burla a la cultura*

Burges, ya cansado de esperar, se subió a la tarima, se aclaró la voz y comenzó un discurso grandilocuente.

- Queridos conciudadanos, nos reunimos hoy aquí para celebrar las fiestas en honor de nuestra patrona, la gran, benigna, incomparable y maravillosa Santa Gundelminden, en cuyo nombre organizamos estos festejos... -y así durante quince minutos, mientras Phillip M. Ronham, subido a la tarima detrás del alcalde, asentía aprobatoriamente ante todo lo que este decía. La gente (no había mucha por allí aún, probablemente por no tener que escuchar el discurso del alcalde) empezó a impacientarse, pero Burges ni caso; siguió hablando hasta que terminó todo su discurso y recitó la lista completa de patrocinadores de las fiestas- ... y eso es todo, queridos amigos. Doy paso ahora a la banda de la ciudad, que interpretará música para esta ocasión tan especial. ¡Que comience el baile de máscaras!

Los pocos entre el público que continuaban despiertos aplaudieron fugazmente; el alcalde se bajó de la tarima, subieron los músicos, colocaron los instrumentos y comenzaron a tocar. Lentamente, la gente se fue despertando y empezando a bailar, aunque aún tímidos y cohibidos.

Iba corriendo hacia el baile de mascaras, me habia puesto el mejor vestido que tenia, uno de esos un poco pomposos y habia improvisado una mascara, llevaba mi daga entre la falda del vestido al no haber encontrado uun lugar mejor...

Habia pasado por los alrededores del baile, pero no habia ningun guardia cuidando, eso me extraño pero no le hice caso.. tal vez le notificaria a la comendante de aquello despues del baile... si es que no sucedia nada malo....

Cuando llegue el alcalde Hansel Burges estaba dando sus discursos infinitos... al parecer ya tenia rato hablando, pues no habia mucha gnte y la poca que habia tenian caras de aburrimiento... me pare en un espacio algo alejado de la poca multitud y fingi prestarle atencion al Alcalde, esperando que terminara de hablar...

Unos cuantos aplausos me regresaron de la tierra de las divagaciones, el alcalde habia terminado de hablar... eso si que merecia un aplauso, asi que me dispuse a aplaudir, no tardaron en cesar cuando la banda de la ciudad ya estaba en su lugar y dispuesta a tocar... vi unas cuantas personas que comenzaban a bailar con sus acompañantes, asi que comence a buscar gente conocida entre ellos, con suerte y me encontraba a alguien...

-oh, eso, llevo dias escuchando los rumores, y se corrio el que seguro no es un rumo, una descripcion de ella y que hay una recompenza por una foto autografiada suya, ya conosi a mica y ella menciono que la idolatraba o algo haci, no recuerdo bien. Perdon por la confucion si lo es, y ya que estasmo ¿para que fingiste el no entender un idioma que hablas con fluides?. Bueno, no importa, ¿bailamos sin musica hasta que empieze? de todas formas parece que se van a tardar-

- ¿Foto autografiada? ¿Recompensa? Realmente suena como una novela rosa por entregas del periódico -rió la chica- . Y lo del idioma, y lo de casarse, y todo eso... le pido disculpas, pero ¡es que me pareció una broma tan buena que no pude dejar de gastarla! En realidad soy de aquí de Athion, no sé dónde está Espatonia... en realidad no sé ni si existe... ¡y lo de la tradición era todo mentirijilla! No tengo ningún problema en bailar con usted, caballero -dijo, aceptando la mano de Streif. La banda había empezado a tocar ya, después del soporífero discurso del alcalde, y comenzaron a bailar al igual que el resto de la gente a su alrededor, todos disfrazados y con máscaras.

-jaja, que malas bromas, peo tengo que admitir que son muy divetidas-

*dice mientras sigue bailando con la dama*

-pedon...¿me has dicho tu nombre? es que no lo ecuerdo, creo que ya lo dije, soy Streif y perdona mi mala memoria-

*trata de tener la mayor delicadesa posible con los pasos de baile para evitar aruinarlo, de porsi es malo bailando por nunca aberlo intentado, pero aunquesea no pisa a su pareja de baile*

La chica rió un poco al comentario de Streif, que, todo había que decirlo, no parecía ningún as del baile.

- Sí, se lo he dicho -contestó, cuando este le preguntó su nombre por segunda vez- . Soy Anne May... ¡Ay! -se interrumpió con una exclamación cuando sin previo aviso, aunque no era de extrañar puesto que bailaban haciendo eses, ambos se chocaron contra otra chica (Melanie). También llevaba máscara y un vestido, aunque no bailaba; no parecía acompañada- ¡Ay! ¡Perdone! ¿Se ha hecho daño? -preguntó Genoveva solícitamente, soltando a Streif y dirigiéndose a la otra muchacha.

*Steif tambien vah a ausiliar a la pobre jovencita*

-perdon, fue mi culpa esta bien señorita-

*mira a genoveva por un momento*

-disculpen ambas fue mi culpa por bailar en eses, perdonenme ambas, ¿hay algo que pueda hacer por usted señorita?

*se hacerca con cuidado a una reaccion violenta o algo y le ofrese la mano*

Poco tiempo después de mi ingreso a la Escuela Naturalista, comencé a darme cuenta de que tenía algo de tiempo libre para mi uso personal. Fue entonces cuando pode en verdad comprender la dimensión de la palabra sociedad. Al parecer, habría una fiesta de disfraces, por lo que decidí abandonar por un tiempo mi escuela que ahora se había convertido en mi casa y divertirme un poco. Debido a que no tenía disfraz tal cual, simplemente llevé mi túnica de mago, aquella que yo siempre usaba, e intenté encontrar un antifaz que hiciera juego con ella. Sin embargo, era algo más complicado de lo que parecía, puesto que no lograba decidirme si éste era más adecuado que aquél, o si el color rojo se vería bien con la túnica clara o un tono morado sería más adecuado. Finalmente, terminé decidiéndome por un antifaz negro, ya que resaltaba la túnica, mi cabello, mi color de piel y mis ojos. Así, con antifaz listo y túnica puesta, abandoné el Gremio para dirigirme a la plaza.

Una vez allí, pude ver a muchas personas, todas con máscara o antifaz, dispuestas a divertirse. Puder ver también a varios milicianos que portaban sus armas discretamente, como deseando no ser identificados. "Muy razonable", me dije, "tienen que estar preparados para lo que sea." Seguí caminando entre la gente sin un rumbo fijo, solamente fijándome en las personas y en sus antifaces.

Aprovechando que Streif había apartado la atención de ella por un momento para dirigirse a la chica contra la que habían chocado, Cressenthorn decidió que era el momento de poner tierra por medio. Se alejó discretamente y se mezcló entre la gente, hasta que los dos milicianos desaparecieron de su vista... y ella de la de ellos.

No obstante, parecía que no terminaban allí sus dificultades. Esta vez se topó con un joven alto, vestido de túnica y antifaz, y que no parecía realmente disfrazado; o era mago, o lo fingía muy bien. Hubiera pasado de largo sin hacerle caso, pero en medio de la multitud casi se dio de bruces con él, y hubiera sido un poco raro ignorarlo.

Cressenthorn sabía que el esparcimiento no era lo suyo. Cada vez que salía del Gremio no se encontraba más que problemas.

- Mis disculpas -dijo, con una sonrisa encantadora.

Seguía yo caminando por la Plaza sin preocupaciones ni remordimientos, disfrutando de la música que se escuchaba por ahí y de la linda y juguetona atmósfera que flotaba en el ambiente. La verdad era que no thabía tenido mucha interacción social en mis pocos años de vida, pero planeaba cambiar eso poco a poco. Con las manos dentro de los pliegues de mi túnica y mis ojos clavados en las máscaras y los antifaces de los demás, poco a poco fui perdiendo dnoción de mi propia corporeidad hasta que, repentinamente, una bella señorita chocó contra mi, o puede que yo haya chocado contra ella. Fuera como fuera el caso, me apresuré a disculparme, pero ella había sido más rapida, robándome la palabra y disculpándose primero.

-"No se preocupe, señorita,"-respondí amablemente mientras inclinaba levemente mi cabeza-"los accidentes nos pasan a cualquiera. ¿Que hace una bella dama como usted caminando sola sin un acompañante a estas horas de la noche?"

Aún sonriente, aunque maldiciendo para sus adentros la hora en que se le ocurrió ir al baile de máscaras, Cressenthorn contestó:

- Oh, lo cierto es que me acompañaba un caballero hasta hace un momento -dijo- . Efectivamente venía sola, puesto que no tengo hermanos y mis amigos no pudieron venir, pero me encontré con este afable señor antes de llegar al baile y se ofreció a acompañarme. No obstante, no quería seguir abusando de su amabilidad por tanto rato, así que me dirigía ya a casa. -explicó, con tono cordial- De nuevo, lamento haberle interrumpido.

((dioses se me fue que habia posteado por aqui, y bueno mas vale tarde que nunca))

El alcande habia terminado de dar su gran discurso, la gente se disponia de bailar al ritmo de la musica, y me di cuenta que habia llegado ahi sin compañia, asi que sin moverme, ni siquiera mecerme conforme la musica, me puse a mirar a mis alrededores. Rapidamente fui identificando a miembros de la Guardia, eran pocos, eso ya lo sabia, estabamos cortos de personal y no nos podiamos dar el lujo de poner a todos en un solo lugar. Estaba observando al alcalde charlar con algunas personas nobles en un extremo, cuando una pareja choco conmigo.

"¡Ay! ¡Perdone! ¿Se ha hecho daño?" dijo ella, antes de que se separara de su compañero y practicamente huyera. La segui con la mirada, llevaba un extraño vestido y una cabellera larga y platinada, por ese cabello pense en aquella chica que Mica buscaba, pero podian haber miles de chicas con el cabello asi o era una peluca. Asi que me concentre en el joven que seguia junto conmigo.

- Estoy perfectamente bien, señor... ehh - le dije, mientras ajustaba de nuevo mi mascara e inspeccionaba al joven no llevaba mascara, que no le habian dicho que era un baile de mascaras.... - tomaria su mano, pero ni su nombre se señor, asi que asi estamos bien - dije mirando la mano que me ofrecia, dudado en tomarla o no tomarla - ademas, su pareja ha huido... - le dije, apuntando hacia la chica del kimono que ahora charlaba con alguien alto - yo que usted no dejaba que se la robaran - continue, pensando que ella tenia una relacion con el, pero me di cuenta que habia otras dos chicas con cabello blanco, no sabia si a la que habia señalado era la misma pues habia mas gente y no dejaban que apreciera tanto su cara como su vestimenta..

-"Si gusta, la puedo acompañar a su casa. No es seguro para alguien como usted andar a solas por la ciudad."

Aún con una sonrisa en mis labios, miré amablemente a la joven señorita que tenía frente a mi. Era ya algo tarde y la ciudad solía oscurecerse muy pronto, por lo que cualquier persona o caminante que vagara sin alguien a su lado podía ser víctima del famoso Gremio de Asesinos. Hasta el momento, nada había pasado, pero nadie sabía si estábamos seguros o no en el baile, así que más valía ser precavidos.

-"Sin embargo, mi nombre no se lo puedo decir. Creo que ésa es la esencia del baile de máscaras."

Cressenthorn tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para no agriar el gesto y poner los ojos en blanco. ¿Por qué la gente sólo era caballerosa cuando no se la necesitaba? De hecho, ¿por qué sólo era caballerosa cuando su caballerosidad estorbaba lo más posible?

- Es usted muy amable -contestó, escondiendo una sonrisa pícara detrás de su mano- . Espero que acompañarme no le resulte demasiado molesto.

Había decidido que lo mejor sería no seguir levantando sospechas, y para ello era preferible dejarse acompañar. Ya se las arreglaría luego para despistar a aquel joven.

- Bien... pues si esa es la esencia del baile de máscaras, -rió- tampoco yo le diré mi nombre.